Page 3 - Sexto número Junio 2019
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Crónica de un viaje inolvidable: nuestra estancia lingüística en
Salamanca
Todo empezó el día 21 de marzo en el aeropuerto de Bolonia, cuando un
grupo de 20 chicos de las clases 3° A y B-LES subió al avión para volar a
Madrid. Entre facturación, controles y
vuelo fue un viaje de más de 5 horas,
muchas para los pobres chicos, que
además tuvieron que soportar 3 horas más
de autobús para ir de Madrid a
Salamanca...
Cuando llegamos a Salamanca, a las 11 de la noche, los chicos
estaban fritos pero por suerte ya nos estaban esperando...
¡nuestras familias españolas!
¿Cómo eran las familias? Fantásticas de verdad, en
nuestra, por ejemplo, había una mujer y un hombre
super amables. Siempre comíamos con la señora
después de regresar de la escuela y ella solía darnos
algunas ensenanzas sobre la vida, como una
verdadera abuela; el hombre también era
maravilloso porque nos gastaba bromas y reíamos
mucho con él: un hombre muy inteligente.
Aprendimos mucho en las familias sobre las
costumbres de España: primero, que el ritmo de la
vida es diferente, porque allí todo empieza un poco más tarde, como el trabajo, y por
consecuencia ellos comen y cenan más tarde (alrededor de las dos de la tarde y a las nueve y
media de la noche); después, sobre los hábitos alimenticios: realmente nos dimos cuenta de
que ellos nunca comen pasta todos los días como los italianos, y sobre todo no comen
muchísimo: solo caldo y un filete con un poco de pan o huevos, tortilla, legumbres y chorizo…
Es cierto que todos fueron muy buenos y siempre con la sonrisa en la cara, ¡y que como