Page 4 - Quinto número Mayo 2019
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Al poco tiempo de su llegada, los conquistadores españoles destruyeron la mayor parte de la ciudad,
preparando así las bases de lo que más adelante sería la actual Ciudad de México. A la llegada de los
europeos, México era un mosaico de pueblos y culturas. Después de la conquista, durante 300 años de
virreinato, se fue constituyendo un país con cierto grado de homogeneidad y rasgos comunes.
En los albores del siglo XIX con la independencia que se alcanza del imperio español, se inicia el
proceso de integración definitivo que da lugar al México contemporáneo. En 1824 se proclamó la
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos y inició la vida republicana de la nación. A lo
largo del siglo XIX se suceden guerras y disputas intestinas, además de varios intentos de
avasallamiento por parte de potencias extranjeras. En ese entonces México perdió cerca de la mitad de
su territorio, después de lo cual empezó su consolidación como nación libre y soberana. Vino, al
iniciarse el siglo XX, un cruento movimiento social que sentó bases políticas, jurídicas y sociales del
México actual. La Revolución fue un período de 10 años de conflictos y adhesiones entre fuerzas y
líderes de todos los tintes políticos. Los conservadores fueron descartados bastante pronto, pero los
reformistas y revolucionarios que se habían unido contra ellos no se ponían de acuerdo. Los sucesivos
intentos de crear Gobiernos estables se vieron frustrados por nuevos estallidos de luchas devastadoras.
En total, uno de cada ocho mexicanos perdió la vida.
De 1920 al 2000, en México gobernaron los reformistas que salieron victoriosos de la Revolución y sus
sucesores. La nación moderna de México ha sido desde 1940 hasta nuestros días republicana.